miércoles, noviembre 12, 2008
Consumo Responsable. betomuñóz
Con la llegada del gran almacén, de la gran tiendota que se ha instalado donde comienza la carretera del libramiento hacia Guadalajara se han emitido una extensa y variada lista de opiniones. Que si van a sobrevivir los pequeños comercios de abarrotes, que si va a ser al competencia de la otra tiendota, que si van a continuar las tiendas de abarrotes más pequeñas (la de San Antonio y las del diputado etc.).
Las respuestas las sabremos con el tiempo, con el paso de los meses sabremos si las predicciones de cada uno en particular se traducen a la realidad.
Otros comentarios al respecto es los que se encuentran en contra de ese gran almacén por sumarse a la red de grupos de protesta en contra de las grandes transnacionales; del mismo modo los que avizoran una ayuda a su economía por considerar que podrán encontrar, o que ya encontraron artículos más baratos que en otros expendios. En fin, como ya lo dije son muchas y variadas las opiniones.
Sin embargo ese no es el aspecto más importante relacionado con la llegada de los grandes comercios a nuestra comunidad, el tema más importante está relacionado con lo que compramos o consumimos y si lo hacemos pensando en las repercusiones que acarrea esta actividad, la actividad del consumo.
Antes que nada debemos de caer en la cuenta que vivimos bajo un régimen que esta diseñado sobre bases de consumo, de invertir comprando para que los fabricantes conviertan el dinero que cambiamos por “cosas”, artículos de consumo. Y mientras nosotros producimos otros bienes y servicios otros nos pagan igual que nosotros hacemos con los anteriores. Todos seguimos trabajando y comprando para mantener la maquinaria, el sistema económico, funcionando; si alguien deja de hacer su rol, el sistema sufre un desequilibrio.
También debemos de saber que al comprar estamos impulsando una organización que convierte algo de sus ganancias en reparar los daños ecológicos, sociales y culturales invirtiendo un poco de esas ganancias en la reparación, o que no invierte nada y deja que todos marche igual y que el deterioro continúe sin freno, situación que afecta nuestra calidad de vida y la de las generaciones que vienen, nuestros hijos, nietos, bistnietos etc.
Darnos cuenta de esa realidad significa ser un consumidor responsable, vivir bajo las normas del consumo responsable.
Una vez que uno se da cuenta de los puntos antes mencionados es el lugar de inicio para comenzar a preguntar, a informarse lo que se requiere para ser un consumidor responsable.
De esta manera el consumo responsable se refiere a que cada uno debemos de tener conciencia al momento de adquirir un bien y servicio, de la manera en que la adquisición de esos productos afectará a la humanidad, la actual y la venidera.
A cada acción corresponde una reacción.
Lo anterior dicho es en relación al cuidado del planeta, la cultura y la sociedad, pero existe un sector de la población que no tiene tiempo ni recursos para pensar en esos aspectos cuando viven al día, cuando hora tras hora piensan en lo que comerán al día siguiente y como lo conseguirán. Estas preocupaciones están por encima de lo que calificamos como consumo responsable.
Sin embargo el consumo responsable no solo se enfoca en esas actividades, sino que de cierta manera tiene que ser aplicable a toda la sociedad.
La forma en que realizan su labor de venta muchos de los productores se basan en mentiras reproducidas a través de los medios de comunicación ¿mentiras?
Muestran al individuo que si compra tal o cual televisión la felicidad habrá llegado a su hogar, y a través de esa televisión se le dice que si se ahoga en créditos con tal de tener regalos en Navidad para todos “la dicha habrá inundado su vida”.
Los grandes almacenes están diseñados por expertos profesionales de la ventas para que el individuo que ingrese en esos recintos no se vaya con la manos vacías, aunque tenga que pagar en algunos días.
Los anuncios comerciales engañan al informar que al tomar un plato de tal o cual producto se ha tenido “un desayuno completo” resultando en enfermedades degenerativas; así mismo que si usas tal o cual producto serás irresistible para el sexo opuesto, se aprovechan de la baja autoestima del individuo, de la necesidad de cariño y amor que el mismo sistema de consumo ha propiciado.
Al momento de acudir a comprar a estos almacenes, a los medianos y a los pequeños deberemos de detenernos a pensar en lo que vamos a adquirir: ¿de veras necesitamos ese producto? ¿estamos pagando lo justo por ellos? ¿la empresa que lo produce invierte algo de sus ganancias en reponer lo afectado?¿ si es a crédito tendremos dinero para pagarlo?
Comprar es una acción que indudablemente produce una reacción ¿esa reacción impacta favorablemente o negativamente al planeta y la sociedad? ¿impacta negativa o favorablemente a la economía personal?
Habrá que pensar, no un poco, sino profundamente en lo que consumimos, de esa manera seremos Consumidores Responsables.
Por último dejo algunos enlaces para sitios interesantes acerca del consumo:
http://vinculando.org/consumidores/consumoresponsablemx.html
http://video.google.com/videoplay?docid=-5645724531418649230
http://www.consumoresponsable.org/
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